Hoy ha llovido y me encanta la lluvia. El cielo repleto de nubes que se unen y avanzan cambiando tonalidades.
Ese azul intenso y esos giros acompasados que nos dan la dirección del viento, el cual, arremolina las verdes y flexibles copas de los árboles.
Luego llega ella, redentora, purificadora, implacable, rebelde, milenaria, suave, milagrosa, transparente.Llega ella cantando sobre los techos, bailando sobre las veredas, besando las flores y llenando de cristales brillantes las telas metálicas de las defensas de los balcones.
El aire fresco se expande por las habitaciones. Abren las nubes una brecha, por donde pasan victoriosos los rayos solares del atardecer. Escucho el canto de los pájaros que celebran felices este momento.
Domingo 14 de diciembre de 2003
